“Yo cogeré peces rojos para ti.”
Después de la
lectura del texto Dar la palabra. Notas para una
dialógica de la transmisión se
me ocurren diversos aspectos que desarrollar o si más no, sí comentar.
La estructura de la lectura invita a reflexionar sobre
cada nota.
Aún no me veo capacitada para realizar una síntesis
reflexiva de cada cita en dos simples páginas, es por eso que decido centrarme
entonces en el porvenir y el futuro del
niño.
Para ello quiero esbozar mis sensaciones experimentadas
durante el visionado de la película Las
tortugas también vuelan (2004) dirigida por Bahman Ghobadi, y a su vez reflejar el porvenir del niño en contextos
hostiles como es, en este caso, en Kurdistán, región al norte de Irak que el
pueblo kurdo lleva siglos reclamando como suya.
Noventa y cinco minutos de drama,
dudas, huidas, desesperación… pero con un espacio para plantear y dibujar con ternura un futuro mejor.
“Mientras que el futuro se conquista, el porvenir se abre.” Pág. 5. Dar la palabra.
Niños
y niñas que a su vez se ven determinados a asumir sus destinos.
No tengo intención de destrozaros el
placer de ver la obra cinematográfica, pero debo rebelar qué ocurre durante los
primero minutos. Ya en la primera escena se nos sitúa en el estado de desesperación de una joven, la cual proviene
de la sumisión y pérdida de libertad. El suicidio de la joven nos indica el
límite humano. La fortaleza de un infante.
Pero no quiero seguir por este camino…no pretendo definir la justificación de
la muerte voluntaria, ya que es de cada uno que la decide y lleva a cabo.
A medida que escribo necesito de una
profunda respiración.
El Kurdistan y el grup de niños y
niñas. Situación de guerra continua. Primero la barbarie de Sadam Hussein y más
tarde la “salvación en cubierta” de las tropas norteamericanas.
¿Me pregunto entonces cuál es el
futuro de estos niños? Si el futuro muestra nuestra
relación con aquello sobre lo que se pueden tener expectativas razonables, con
aquello que depende de nuestro poder y
nuestra voluntad… ¿Qué expectativas se pueden tener desde el punto
de vista de un niño en circunstancias fuera de su control?
Después de una profunda inspiración y
aspiración, entiendo que el pasado de un niño en esta situación es amargo, que
el presente lo continúa siendo y que el porvenir solo depende de uno mismo. Es
entonces bien incierto. Imprevisible.
Cómo cita el autor Jorge Larrosa en
su Capítulo Niños atravesando el paisaje. Notas sobre cine e infancia, a veces, el cine, como arte de lo visible,
simplemente, nos enseña a mirar.
Esta pieza del gran mosaico del Cine,
me ha enseñado a mirar a un niño desde un paso más atrás ya pisado, terreno ya
caminado. Intentaré explicarme.
Des de la visión de espectadora he
podido captar la opacidad del rostro de un niño en situación de guerra. Pero he
recibido la fuerza de su mirada.
En la sociedad occidental y
concretamente en la catalana, de un poder adquisitivo medio donde los niños y
niñas reciben escolarización, extraescolarización
ocupa-horas por las tarde y, hasta donde hemos nombrado a un campo de la educación: educación en el
tiempo libre, me cuesta imaginar rostros y confidencias como los del film.
Me cuesta entender como dependiendo
de la visión sociocultural,
el concepto infancia puede variar según las condiciones económicas, las
costumbres y las creencias de cada cultura.
Comprendo que las formas de vivir y de aprendizaje sean
distintas. ¿Pero qué rasgo caracteriza un infante como tal, considerando que se
encuentra en la etapa de infancia? ¿Qué hace a un niño/a dejar atrás la
infancia- sin hablar en términos biológicos.-?
Me gustaría ir más allá de los
planteamientos y debates sobre la Injusticia Mundial, el Desequilibrio entre el
norte y el sur, la Explotación
infantil, la Violación de los Derechos de la Infancia… , que normalmente
comentamos en nuestro grupo de iguales.
Pero a la hora de escribir me siento
indefensa ante la magnitud de estas grandes palabras en Mayúsculas. Ante esta indefensión la vía más fácil de
escape sería la resignación. Pero no es así. Des de este tiempo libre del que
hablaba, desde un movimiento educativo infantil y juvenil, intento y procuro no
obviar estos temas de los cuales a menudo no somos conscientes.
El hecho de estar rodeada de jóvenes,
niños y niñas, de tener vínculos afectivos con ellos y ellas, aprender
conjuntamente mientras crecemos y una larga suma de experiencias, me invita a
curiosear y conocer diversas realidades lejos de casa o no tan lejos.
Me resulta curioso, y no quiero rozar
la frivolidad, que en la sociedad en la
que vivo, en mi entorno, en mi
dedicación al proyecto educativo en el pueblo donde vivo, trabajemos con los más pequeños a través de ambientaciones mágicas
que nos permiten llegar a reflexiones colectivas e individuales. Y así trabajar
por pequeños cambios locales.
Entonces es cuando me cuestiono si la
magia y la infancia van de la mano en todos los lugares, si es esta magia la
que acerca al infante a su porvenir y a
su vez a su futuro…
Me gustaría concluir con una de las frases de la película
en voz de un joven llamado Satélite dedicadas a su enamorada y luchadora Angri : “Yo cogeré peces rojos para ti.”
Intentemos coger peces rojos mágicos y regalarlos a
aquellos que apreciamos y a aquellas personas que crean en la magia y en el
porvenir.
Film: Las tortugas también vuelan
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